Cueva de los Letreros

Irene Melfi Svetko

El abrigo de los Letreros se encuentra en el cerro Maimón Grande en el municipio de Vélez Blanco, en la comarca de los Vélez de la provincia de Almería. Sus pinturas rupestres están datadas en el período neolítico, con lo que se calcula que fueron realizadas hace unos 7500 años. Se descubrieron por primera vez en 1868 y los datos fueron publicados por Góngora y Martínez en uno de los primeros documentos del arte rupestre de la Península Ibérica, en las páginas del libro Antigüedades Prehistóricas de Andalucía. Posteriormente fue Henri Breuil (1877-1961) sacerdote y arqueólogo francés, profesor de etnografía prehistórica de la Universidad de Friburgo y del Instituto de Paleontología Humana de París, junto con Joan Cabré quien nace en 1882 muere en 1947 y fuera un destacado arqueólogo español, quienes estudia el abrigo y sus pinturas. En 1998 el abrigo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Es relativamente pequeño, si lo comparamos con el de Cueva de las Manos en la Patagonia Argentina, pues tiene unos 25 metros de ancho por 10 aproximadamente de alto, no se ven signos de agua ni de fuego, lo que ha hecho pensar que pertenecería al asentamiento humano del Cerro de las Canteras, que se encuentra en la zona de abajo de la Cueva. Este asentamiento una vez excavado y estudiado ha sido tapado y las piezas encontradas se depositaron en el museo de Vélez Rubio. Por este motivo se piensa que el Abrigo de los Letreros ha sido un lugar sagrado donde se reuniría el chamán con los pobladores del asentamiento de los Canteros para los ritos religiosos.

Arbol genealógico

Sus pinturas se distribuyen en siete paneles, algunos localizados en bloques de roca en el suelo. El panel principal, el más importante, está localizado en la pared izquierda del abrigo según se accede a él. Este panel tiene pinturas desde el suelo hasta una altura de tres metros y tiene una serie de figuras entre las que destacan el llamado Hechicero de Los Letreros y un conjunto de figuras entrelazadas que podrían representar una suerte de organización social basada en la familia y que ha sido interpretado como un árbol genealógico, integrado por 9 figuras asociadas entre sí a través de trazos curvos. Todo ello parece ser la representación esquemática y abstracta de la organización de una familia extensa, en la que se especula con un sentido de solidaridad, y al ser un pueblo que respondía a una vida más sedentaria que los recolectores-cazadores, representaban así el derecho de explotación de los recursos del lugar.

dibujo esquemático del Brujo

En este mismo panel, como dijimos, se destaca la figura del Hechicero, chamán o Brujo, que aparece de frente, en él podemos observar a un hombre que sujeta dos hoces, que tiene cuernos que serían atributos ornamentales y que sostiene un corazón en la mano izquierda, como si estuviera haciendo algún tipo de ritual de ofrendas, quizás de animales. La importancia que se le ha dado al ser la figura de mayor tamaño demuestra que este era el personaje principal para los antepasados que se acercaban a este abrigo a recibir enseñanzas de la vida del más allá.

Imagen del Indalo

Están representados también una figura femenina y un arquero, además de lo que parecen ser cabras y ciervos en actitud estática, así como figuras geométricas, triángulos, ondulaciones, y numerosas figuras antropomorfas. En otros paneles aparecen algunas escenas diferentes, como la danza localizada en un bloque de piedra del suelo, y figuras reticuladas, figuras antropomorfas de brazos en asa con tocado radial, semejante al Indalo, etc. En el panel de la izquierda en su parte superior aparece a la derecha de todos los demás, se observa una figura antropomorfa con brazos largos ondulados que podría ser una escena de caza.

Si bien todas las pinturas están realizadas en un color rojo oscuro, están bastante deterioradas, y en algunos casos cuesta trabajo encontrar las imágenes. Como en este abrigo se ha encontrado el Indalo que se adoptó como símbolo de Almería, se ha dado menos difusión al Brujo o Hechicero, siendo este un personaje relevante en la vida de los pobladores de esa época. Pues representa al chamán (“el que conoce”) que tiene el poder de comunicar con las energías celestes a consecuencia de haber superado una serie de experiencias de tipo iniciáticas. Es adivino, curandero, pues posee un conocimiento superior al resto de hombres y por tanto es el intermediario entre los Dioses y los hombres, de ahí el sentido religioso que se manifiesta en el lugar. Además del sentido ritual, el chamán tenía poder para curar en caso de enfermedades. Veamos como describe Mircea Eliade al Chamán: “Los chamanes son aquellos individuos dotados de prestigio mágico-religioso reconocidos en las sociedades primitivas. El chamán es un mago y un hombre-médico, se cree que puede curar y además efectúa milagros (…) es sacerdote”

Bibliografía

Mircea Eliade Iniciaciones Místicas Ed. Taurus Madrid 1986  

garciaramosmedicosalmerienses.blogspot.com/…/el-brujo-de-la-cueva-de-los-letreros.

Arte rupestre en la comarca de los Vélez Diputación de Almería 2010