Javier Ruiz García
Yudhisthira es el primogénito de los príncipes pandavas o hijos de Pandu, aunque en el poema se nos dice que la esposa de Pandu, Kunti, fue fecundada mágicamente por diversos dioses del panteón hindú. Así, con el dios Dharma Kunti tuvo a Yudhisthira, siendo entonces el Dharma (la Ley) su verdadero padre, pues Pandu había sido condenado a no tener hijos por haber matado a un brahmán bajo la forma de un ciervo. En el Glosario Teosófico compilado por Blavatsky dice que el nombre de Yudhisthira significa: “firme en el combate”.
Simbólicamente Yudhisthira es la encarnación de la ley, y se representa en el poema como el más puro y el de mejor carácter de los príncipes pandavas. Siempre busca la paz y el perdón, jamás la venganza, siempre acata y hace lo que le marca su deber, su propia naturaleza interna. Su arma es la lanza, que es símbolo de rectitud.
A este respecto merece la pena citar al beato Raimundo Lulio, alquimista y sabio de origen español, que en el Libro de Caballería nos dice que al Caballero se le entrega la lanza porque simboliza la verdad, de la que el caballero jamás debe apartarse. Vemos como la misma tradición se refleja en épocas y lugares distintos, pues es harto improbable que Raimundo Lulio hubiera tenido conocimiento del Mahabharata, magno poema del que nuestro protagonista es uno de los principales actores.
A lo largo del poema se presenta a Yudhisthira como modelo de rectitud y obediencia, si bien su adicción al juego de los dados provocará el exilio de los príncipes pandavas, aunque no debemos olvidar que es un kshatriya, y los kshatriyas, como guerreros que son, deben asumir y tomar riesgos.
Veremos algunas de las situaciones en que el primogénito pandava muestra su carácter.

EL LAGO DE LA MUERTE
Durante su exilio los príncipes pandavas salen a cazar un ciervo a petición de un brahmán, pues el animal le ha robado unos elementos rituales. En su persecución, agotados y sedientos, salen en busca de agua. Los primeros que se marchan son los gemelos Nakula y Sahadeva; llegan a la orilla de un lago, pero una voz les indica que, antes de beber, deben responder a unas preguntas. Sin embargo desoyen sus indicaciones y sacian inmediatamente su sed, cayendo muertos instantáneamente.
Viendo su tardanza, salen sucesivamente en su busca Arjuna y Bhima, sucediéndoles los mismo pues tampoco responden a las preguntas de la misteriosa voz. Finalmente Yudhisthira se presenta en la orilla del lago y observa los cadáveres de sus hermanos. Se pregunta que ha pasado, y la voz de nuevo le dice que, si quiere beber, debe demostrar su sabiduría contestando a lo que se le pregunte. Yudhisthira acepta el reto, y sucesivamente va desvelando todos los enigmas que le propone la misteriosa voz. Al comienzo del cuestionario, la voz se le presenta como un yakhsa o demonio de terrible aspecto. Una vez que Yudhisthira responde a todas sus preguntas, su padre celestial abandona el disfraz del yakhsa para revelarse como el Dharma, devolviendo la vida a todos
los pandavas.
En este episodio del Mahabharata vemos como la ley, que al principio nos parece horrenda y terrible de cumplir, finalmente se revela como el sendero recto y luminoso que debemos seguir. Asimismo vemos la piedad de Yudhisthira, que se somete a las preguntas del aparente demonio aun a riesgo de su propia vida.

YUDHISTHIRA Y DURYODHANA EN EL BOSQUE
Como consecuencia de haber perdido en el juego de dados, Yudhisthira y sus hermanos parten al exilio en el bosque en el que deberán permanecer doce años pasando penalidades.
Conocedor de su miseria, Duryodhana acude al bosque con toda su corte y riquezas a burlarse de él. Asimismo Krishna, conocedor de la trampa en el juego de dados que sufrió Yudhisthira, acude a decirle que no es necesario el cumplimiento de su promesa, pues las circunstancias hacen que su juramento no tenga validez. Sin embargo, Yudhisthira hace ver a Krishna que debe cumplir su juramento.
En el poema se dice de su estancia en el bosque:…Su mente encontró descanso en las charlas de los rishis; charlas que le hicieron comprender la naturaleza evanescente de las
posesiones mundanas. Yudhisthira llegó a comprender el verdadero valor de las cosas. Pudo sentir que después de todo, la pérdida de su reino no era algo tan terrible.
Le ayudaba a pensar así el recordar, como lo hizo Markandeya, que Rama fue también feliz
estando en el bosque. Para una persona desapegada, las necesidades físicas son pequeñas. Cuando el alma empieza a crecer, los deseos corporales decrecen. Yudhisthira estaba disfrutando de aquella vida en compañía santa(1). Duryodhana, sabiendo las penalidades que sufren los pandavas y viéndolos desamparados y solos, quiere ir al bosque con su ejército y presentar batalla. Finalmente es convencido de que no lo haga. Pero acude al bosque con toda su corte y riquezas para burlarse de la miseria que están sufriendo los pandavas.
Una vez cumplidos los doce años de exilio forestal, deben pasar uno más de incógnito,
para lo cual los pandavas se trasladan a la ciudad de Varata y cada uno de ellos toma un disfraz. Nuestro personaje decide disfrazarse de brahmín, sacerdote de la religión hindú, pues es el disfraz que más se adecúa a su propia naturaleza, el Dharma. Como sacerdote pasa este último año, y aunque finalmente los pandavas son descubiertos, el rey decide ofrecerles su ayuda en la batalla inminente que está a punto de comenzar.
YUDHISTHIRA EN LA BATALLA
En un último intento de evitar la guerra, Yudhisthira dice a Duryodhana que los príncipes pandavas se conformarán con cinco ciudades, pero éste último se niega a concederle ni la más mísera porción de tierra de su reino. Entonces la guerra se hace inevitable, y los dos antagonistas pactan las condiciones del combate: no se peleará de noche, no se atacará a nadie por la espalda, se permitirá la retirada de los heridos y de los muertos, etc. Todo ello indica que la guerra se desarrollará mediante reglas, pues los que combaten son kshatriyas, es decir, caballeros guerreros.
Lamentablemente en los últimos tiempos estamos viendo todo lo contrario, donde los
combatientes no respetan las reglas del conflicto ni evitan masacres y penalidades a la población civil. El código de honor debe respetarse siempre, aun a costa de la propia vida.
Merece señalarse que durante la batalla nuestro personaje no mata a nadie, se limita a estar presente en los duelos individuales. Pero sí matan Arjuna y Bhima, sus hermanos maternos, el primero a Karna y el segundo a Duryodhana. Es otra señal de que la ley, encarnada en Yudhisthira, no debe actuar a favor ni en contra de nadie, sino simplemente señalar el camino a seguir, que es el camino recto que conduce a la sabiduría.
DESPUÉS DE LA BATALLA
Una vez concluida la batalla con la victoria de los pandavas, Yudhisthira comienza su peregrinaje. Como parte de ese peregrinaje llega al cielo donde se le ofrece una escala para subir al paraíso que tan bien se lo ha ganado. Es Vyasa, el autor del poema, el que se lo ofrece. Pero durante el último trayecto le ha acompañado un perro negro, que no puede transportar por la escala para subir al paraíso. A Yudhisthira se le conmina para que abandone al perro, pues es un animal y no puede subir al paraíso. La respuesta de Yudhisthira es digna de escribirse con letras de oro: ¿Abandonar a un ser que me ama? ¿Qué me ha acompañado en esta última travesía? Prefiero el infierno, donde no estaré solo. Es su última prueba, pues el perro negro era una forma del Dharma.
Entonces a nuestro héroe se le permite subir por la escala y alcanzar el paraíso donde, para su sorpresa, se encontrará con sus archienemigos los kuravas. Entonces prefiere volver a la tierra, y sus pasos le guían al infierno, donde se encontrará con sus hermanos. De nuevo inquiere a Vyasa, y este le responde que es el destino que se han ganado. Yudhisthira elige quedarse con ellos, y Vyasa lo hace desaparecer todo diciéndole que tanto el paraíso como el infierno son formas de ilusión de su mente, concluyendo así el poema.
Durante el poema, a Vyasa se le pregunta por el destino final del universo, respondiendo que todo terminará en una conflagración de fuego. Entonces ¿por qué escribe el poema? Y su respuesta es: para grabar el Dharma a fuego en el corazón de los hombres.

Notas:
1 Página 228 del Mahabharata, edición digital.
Bibliografía
Mahabharata, edición digital.
Procedencia de las fotos : Pxabay.es.