Visita al yacimiento arqueológico Villa Romana de Salar

Pilar Redondo Gil

Organizado por el Instituto Hermes de Granada, un grupo de herméticos y simpatizantes, hemos realizado una visita cultural a la Villa Romana de Salar, allí pudimos disfrutar de su historia y recrearnos en ella, gratamente sorprendidos al ver los tesoros arqueológicos que guarda.

Salar es un municipio enclavado en el poniente granadino, a 51 km de Granada, con una orografía accidentada que oscila entre 400 y 1600 m sobre el nivel del mar, deleitándonos con una gran diversidad de paisajes.

La Villa Romana fue descubierta de manera accidental, al construirse una estación depuradora de aguas en el año 2006. La primer excavación se realiza entre 2006 y 2013.

Entre los elementos más importantes que encontramos y que nos hablan de la importancia que pudo tener esta Villa en su momento, s. I-III d.C., se encuentra los mosaicos que reflejan el poder y la ostentación de sus dueños, ya que sólo los romanos más ricos podían permitirse construir una Villa de estas características.

Anfitrite

En cuanto a la iconografía de los mosaicos, son representaciones figurativas que muestran escenas mitológicas en algunas partes, como es el caso del Cortejo de Poseidón conocido como Thiasos marino, en la zona del Ambulacro que se extiende en dirección este-oeste. Se observa una nereida sobre un monstruo marino. El mosaico tiene una exquisita policromía y representa a Anfitrite, una nereida, hija del dios Nereo. Poseidón el dios del mar la amaba y quería hacerla su esposa pero Anfitrite le temía y le rechazaba. Para evitar al dios, la ninfa se dirigió a las profundidades del Océano. Unos delfines la descubrieron y lo informaron a Poseidón, que pidió a los delfines que se la trajeran. Entre un cortejo de animales y divinidades marinas, condujeron a Anfitrite hasta el dios que la tomó por esposa y desde entonces fue su compañera. En el mosaico se ven animales marinos, delfines, restos que podrían ser de Poseidón, etc.

Mosaico del triclinium y ninfeo

Nos impresionó gratamente un peristilo exterior compuesto por un ninfeo un santuario o monumento consagrado a las ninfas que muestra restos de un estanque de agua en forma de U en cuya entrada quedan las bases de dos esculturas, hoy en el Centro de Interpretación de Salar, una de ellas representa a Venus venera y la otra a Venus Púdica y traen a nuestra mente los modelos de estilo de época helenística, en especial la Venus Púdica, la diosa romana adoptada de la Afrodita griega. Frente a este recinto se halla el triclinium al que se accede desde el atrio de la casa. En el triclinium los mosaicos muestran dibujos y formas geométricas y vegetales. La remodelación de los mismos data del s. III d.C.
En el atrio se ha encontrado parte del impluvium o estanque central. Todas las paredes están decoradas con pinturas al fresco y los zócalos tienen restos de revestimiento de mármol.
La Villa romana de Salar nos ha permitido disfrutar de su belleza, sintiendo la historia y viviendo por unos momentos esos lugares mágicos del pasado, siendo conscientes del importante legado que nos dejaron nuestros antepasados.