Visita a los Baños Árabes de Jaén

Ana E. Tejero Pasadaspara entrada

A finales del mes de julio de 2016, dentro de las III Jornadas Arqueológicas en Cástulo, organizadas por el Instituto Hermes, las personas que tuvimos el privilegio de asistir, disfrutamos de una serie de visitas coordinadas por el Secretario Nacional del Instituto Dr. Manuel Ruiz.

Una de ellas fue a Los Baños Árabes. Formaron parte de un bonito e histórico edificio, hoy de la Diputación Provincial de Jaén, el Palacio de Villardompardo, dedicado a Museo de arte Naif y Centro Cultural.

Los Baños Árabes fueron construidos sobre restos de unos baños romanos allá por el siglo XI. Luego fueron reformados en el siglo XII. En 1246, después de la conquista cristiana se siguen utilizando como baños por los cristianos. Se piensa que entre los siglos XIV y XV se establece una tenería o curtiembre de pieles en la Sala Templada y la Sala Caliente. Con el correr del tiempo termina esta zona llena de escombros, y olvidados los Baños Árabes, hecho que sirvió para protegerlos durante tantos años.

Sobre finales del siglo XVI el Conde de Villardompardo construye en el mismo solar, sobre aquellos escombros que ya cubrían los Baños desde hacía muchos siglos, el Palacio que lleva su nombre. Así, esta joya arquitectónica del siglo XI, es misteriosamente protegida hasta los primeros años del siglo XX en que la Diputación Provincial construye una Capilla para el Hospicio de Mujeres y recién en 1913 aparecen parte de los restos de los baños. Las excavaciones de esa época se interrumpen en 1936 a causa de la Guerra Civil Española. Es recién en 1970 cuando el arquitecto Luis Berges Roldán, toma la restauración del edificio que concluye en 1984, y donde se descubren totalmente las dependencias y salas de los Baños, que nos deslumbran con su encanto.

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Nuestra visita nos traslada entonces, al mundo islámico de aquellos comienzos del siglo XI. Vemos que, en el mundo musulmán, la higiene del cuerpo antes de las cinco oraciones diarias, es obligatoria como rito de purificación. Por eso se construyen estos baños, para que todos los musulmanes pudieran acceder a ellos, dado que no era fácil que en cada casa hubiera baños de este estilo.

Así entramos a la zona de El Vestíbulo, con sus techos cubiertos por bóveda de medio cañón con estrellas octogonales que permitían regular la luz con distintos cristales de colores, hoy inexistentes. Vemos las tacas donde se dejaba la ropa.

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Sus diferentes salas, algunas con restos de policromía, la Sala Fría, la Sala Templada y la sala Caliente, sus sistemas de canalización de agua y sus calderas de calentamiento, nos hacen admira sus técnicas y grandes conocimientos que poseían. Por ejemplo, en la sala Templada bajo el suelo de piedra, sustentado por pequeños pilares de ladrillo, se encuentra una cámara por la que circulaba el aire caliente que calentaba el suelo de la sala, realizado con  baldosas de barro, mientras que en otras salas los suelos son de mármol.

Los Baños Árabes de Jaén son los más grandes de Europa con 450 metros cuadrados de superficie y un atractivo singular para la ciudad.

Es un lugar para estimular nuestra imaginación y retrotraernos a otros tiempos, donde el ocio se podía enriquecer con ejercicios saludables para el cuerpo y con sana convivencia entre los ciudadanos.